Las comunicaciones de los Pirineos, como los de toda región montañosa, tienen un carácter singular debido a su orografía que dificulta y a veces hace imposible el paso de la cordillera por determinados lugares. A esta dificultad básica se suman las que derivan de ella como son las condiciones meteorológicas que se producen en ella por su altitud y exposición.
Las comunicaciones de los Pirineos, como los de toda región montañosa, tienen un carácter singular debido a su orografía que dificulta y a veces hace imposible el paso de la cordillera por determinados lugares. A esta dificultad básica se suman las que derivan de ella como son las condiciones meteorológicas que se producen en ella por su altitud y exposición.
Todo ello hace que los caminos de paso de una cordillera de las características de los Pirineos planteen mayores dificultades de trazado, construcción y mantenimiento que los caminos del llano, y estas dificultades tienen una influencia decisiva en la organización territorial de la región.
A esta dificultad de las comunicaciones se suma en los Pirineos su carácter de frontera, lo que ha supuesto una dificultad mayor o menor según los distintos periodos, al paso de los viajeros. Sin embargo, también es cierto que las gentes de la montaña son diferentes de las gentes del llano y por ello con frecuencia hay más afinidad entre las gentes de un lado y otro de la montaña, y por ello de países diferentes, que entre las gentes del llano y la montaña de un mismo país.
Los caminos han sido, y siguen siendo, elementos en constante mantenimiento y evolución, porque su uso y las exigencias del tráfico, así lo requieren. Por ello consideramos fundamental en el estudio de los caminos conocer su desarrollo desde su origen hasta nuestros días, si sigue en uso, o hasta el momento de su abandono. Debajo de muchas carreteras actuales están los caminos anteriores. Esta evolución es muy evidente en los Pirineos, donde se ha pasado de innumerables pasos a lo largo de la cordillera, todos ellos de herradura salvo los de los extremos junto al mar, a un reducido número de carreteras, abiertas la mayoría en el siglo XIX, por donde pasa todo el transporte de viajeros y mercancías actual.
Se ha tratado de hacer de estudiar los caminos análogamente en las dos vertientes, lo que no ha resultado nada fácil porque la mayoría de los trabajos que hemos utilizado están dedicados a un solo país.
El libro se divide en tres partes. La primera y más extensa es un estudio general que analiza la relación de los caminos y la geografía en toda la cordillera. La segunda parte está dedicada a la geografía y los caminos de la región que se estudia en detalle en este libro. Y la tercera desarrolla a lo largo de la Historia la evolución y desarrollo de los caminos de dicha región.