Con bastantes las dificultades que viene generando la aplicación efectiva de la nueva cultura preventiva, acrecentada especialmente en las obras de construcción, donde una serie de factores específicos hace aún más compleja que en otras actividades la prevención de riesgos laborales. Dentro de las obras, es preciso delimitar una parte, quizá «reducida» pero de gran importancia: las obras de construcción cuya titularidad y gestión corresponde a las Administraciones Públicas.
Con bastantes las dificultades que viene generando la aplicación efectiva de la nueva cultura preventiva, acrecentada especialmente en las obras de construcción, donde una serie de factores específicos hace aún más compleja que en otras actividades la prevención de riesgos laborales. Dentro de las obras, es preciso delimitar una parte, quizá «reducida» pero de gran importancia: las obras de construcción cuya titularidad y gestión corresponde a las Administraciones Públicas.
Las causas, además de las de tipo general, han de buscarse en los dos grandes grupos de factores específicos que conviven en este ámbito: los relacionados con las propias Administraciones y los relativos al mercado de la contratación pública.
Estos dos grupos de factores son precisamente los que se analizan en este libro cuya intención es la de aportar argumentos de motivación basados en conceptos globales y de integración de la acción preventiva, es decir, ofrecer algo de luz o, quizá, en expresión más clara, más dudas; lo que no debe considerarse negativo en esta nueva cultura, sobre todo, si permite conocerla mejor para aplicarla con eficacia y perfeccionarla.